lunes, 30 de noviembre de 2015

Doctorados de saldo

             Mi cruzada contra los «expertos» continúa y preveo que no tendrá fin, puesto que las tertulias de todo tipo se afanan en soltar la mayor cantidad de estupideces posibles. La última que he detectado ha sido en el programa «Cuarto Milenio». No es que me sorprenda en demasía, puesto que comencé a leer un libro de su presentador, Iker Jiménez, abandonándolo en el capítulo en el que decía que la civilización cartaginesa era muy misteriosa. No le faltaba razón, ya que sería muy misteriosa para él, que al parecer la desconocía, pero seguro que no lo era para los especialistas en dicha cultura.
            Lo que sí me sorprendió fue la tontería que escuché anoche en relación a la futura longevidad humana, más que nada porque provenía de un doctor en medicina, especialista en temas de traumatología, pero que se estaba dedicando a estudiar las posibles causas del envejecimiento, para poder dilucidar cuál podría ser la esperanza de vida del ser humano futuro. La tontería que soltó fue la típica de la esperanza de vida pretérita, endilgándonos la pueril frase «en la antigüedad una persona con 20 o 25 años era ya un anciano».
            En fin, entiendo que algo así lo diga un profano en la materia, pero que nos lo suelte todo un doctor dice muy poco de las clases intelectuales españolas, sobre todo porque nadie saltó para contradecirle. Está muy arraigado el tema de que en la antigüedad la esperanza de vida era de 35 o 40 años. Él dijo que en la antigua Roma la esperanza de vida era de sólo 50 años. Pero es que los demógrafos saben que eso es mentira. Que la media de vida fuera esa no significa necesariamente que la esperanza de vida fuera tan corta. De hecho, se suelen basar en las edades de los enterramientos para realizar las medias, pero ése es un método fuera de toda lógica. Si tú coges dos cadáveres encontrados en una ciudad y uno era de un niño que murió con 1 año y el otro de un anciano que falleció con 79 años, sumas las edades, que te da 80 años, y la divides por el número de sujetos estudiados, esto es 2, resultando una edad media de 40 años. Y ahora vas y dices que según tu estudio la esperanza de vida para ese lugar y esa época era de 40 años. Falso del todo. Es cierto que en épocas anteriores a la nuestra había una gran mortandad infantil, pero también lo es que un niño que llegara a los 10 años era tan fuerte que lo lógico es que viviera muchos más, no sólo 35 o 40.
            Ejemplos de personajes que llegaron a los 80 años tenemos muchísimos, aún reconociendo que habría seguramente más, ya que es muy difícil datar las fechas de nacimiento de los grandes personajes históricos. Ni que decir tiene que aquellas personas que no destacaron en nada y que no han sido tenidas en cuenta por la Historia también deberían contarse y que, probablemente, habría muchas de ellas que habrían llegado a esas edades. Como ejemplo pongo 10 personajes famosos que llegaron a los 80 años, en diferentes siglos:
-         Ramsés II, 87? años (S.XIII a.C.)
-         Platón, 80 años (S.IV-III a.C.)
-         Eratóstenes, 80 años (S.III a.C.)
-         Livio Andrónico, 80 años (S.III a.C.)
-         Marco Porcio Catón, 85 años (S.III-II a.C.)
-         Marco Terencio Varrón, 89 años (S.II-I a.C.)
-         Miguel Ángel Buonarroti, 89 años (S.XV-XVI)
-         Tiziano, 90? años (S.XVI)
-         Isaac Newton, 84 años (S.XVII-XVIII)
-         Duque de Wellington, 83 años (S.XVIII-XIX)
            Tampoco es cierto que una persona fuera una anciana con 20 o 25 años. No sé de dónde se sacó esa información el susodicho doctor, pero es falso de solemnidad. Julio César murió de intolerancia masiva al hierro daguil, con sólo 56 años, pero estaba en la plenitud de la vida, planeando una nueva campaña militar contra los partos, para vengar a su amigo Craso, muerto en Carrae. Nadie puede decir, por muy doctor que sea, que Julio César fuera un anciano, y tenía ya 56 años. Su amigo y enemigo Cneo Pompeyo murió a los 58 años, después de que un peluquero egipcio se pasase de frenada en el corte, cayéndosele la cabeza. Tampoco era considerado un anciano por sus coetáneos. Nunca, jamás, ningún miembro de los Homo Sapiens Sapiens ha sido anciano con 20 años. Otra cosa es que pudiera estar enfermo y muriera joven, pero eso es harina de otro costal.
            Con esto no quiero decir que en la antigüedad todo el mundo llegara a los 100 años, ni mucho menos. Es cierto que las enfermedades eran más difíciles de combatir que hoy en día, pero hay multitud de personajes históricos que llegaron a los 70 años, que ya es más de lo que vivieron mis padres.
            La cuestión es por qué esta manía en los medios de comunicación por desinformar a sus espectadores/clientes, ya sea en temas de gran importancia, como los políticos, o en temas festivales, como al que yo hago alusión. Y es que el nivel medio de los profesores en España es penoso, incluso el de los universitarios, y luego nos quejamos por los informes internacionales acerca del nivel de nuestros estudiantes. Por fortuna, sé que existen excepciones a la regla y hay grandes profesionales en el mundo de la enseñanza, pero casi nunca salen en los medios de comunicación, quizá porque la tontería vende más que la verdad.

            El Condotiero

No hay comentarios:

Publicar un comentario