viernes, 24 de junio de 2016

¡Suelten lastre!

             Ésta es la orden que solía gritar el capitán cuando su barco zozobraba demasiado en una tempestad, con peligro evidente de hundimiento por hacer demasiada agua, ya que lo importante es mantener el gobierno y la velocidad para poder luchar contra los embates de las olas y dirigirlo contra ellas, evitando mayores daños. En una Europa que por momentos zozobra en tempestades como la crisis económica o la de los refugiados sirios, cuya dirección a veces no queda nada clara y donde muchos de sus miembros suelen remar a su propio ritmo, hemos tenido la ventaja que no ha habido necesidad de que nadie dé la orden: el lastre se ha soltado él «solito».
              Ya que eso es lo que siempre he considerado a Reino Unido dentro de la Unión Europea, un lastre. No porque su economía fuera pobre, ni porque sus habitantes estuvieran mucho peor preparados que el resto de europeos o porque careciese de infraestructuras suficientes, no, sino porque su idiosincrasia la ha hecho recelar de algo a lo que pertenecer sin que ellos fueran los que mandasen. Siempre han sido así, un pueblo ególatra y egoísta que se han creído superiores por haber gobernado el planeta durante casi 150 años. Pero eso ya pasó y, como el Imperio Romano, el Imperio Mogol o el Imperio Hispánico, es algo concerniente a la Historia, si bien es más reciente que estos últimos tres ejemplos, pero Historia al fin y al cabo.
             El Reino Unido no fue una de las naciones fundadoras de la Comunidad Europea, ya que fueron sólo seis: Francia, Italia, Alemania y el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo). Yo supongo que al Reino Unido le daría algo de grima ver a los países europeos continentales unirse en una sociedad económica y, después de pensárselo mejor, decidieron unirse a esta nueva sociedad, no para hacer piña, que hubiera sido lo correcto, sino para desestabilizar, que es lo que han estado haciendo los últimos cuarenta años. Ésa ha sido siempre la estrategia británica con respecto al continente europeo: evitar que una nación se hiciera con la hegemonía, dañando de esa forma las posibilidades comerciales británicas, siempre en un peldaño superior al resto. Ellos estaban muy seguros en su isla, casi inconquistable, pero su debilidad terrestre les obligaba a unirse con el más débil contra la potencia creciente. Con el caso de la Unión Europea ha sido lo mismo, pero en lugar de luchar contra una sola nación, lo ha hecho contra una unión de naciones, y en lugar de en un campo de batalla, las batallas han sido en el Parlamento Europeo, y en lugar de luchar desde fuera, lo ha hecho desde dentro.
            Pero por fin se acabó. Ya no habrá más cortapisas británicas a las políticas europeas, ni habrá más intentos de beneficios para ellos dentro de la igualdad del resto, ni habrá más superioridades morales de la libra con respecto al euro. Se van y espero que sea para siempre. Que se queden con su reina, con su Big Ben y con su palacio de Westminster, que en Europa nos las sabremos arreglar sin ellos, o quizá no, pero tampoco es que nos fuesen a remediar nuestros errores.
             En un mundo que tiende a la unión, de una forma o de otra, la ruptura con los demás sólo puede verse como un anacronismo. La Unión Europea será lo que sea, pero hay que reconocer que en un mundo donde los franceses y los alemanes no se matan desde hace más de 70 años hay, al menos, cierta esperanza en el futuro.
             Lo que sí tengo claro es que a la Unión Europea le va a ir mejor sin el Reino Unido, puede que no inmediatamente, porque habrá que pasar el trago de desligarse con las islas, pero el horizonte está mucho más despejado. Lo que ya no puedo asegurar es que el futuro fortalecimiento de la Unión Europea, con sus políticas neoliberales, sea beneficioso para el común de los mortales. Ya lo veremos con el tiempo, aunque creo que siempre es mejor solucionar los problemas desde dentro.

              El Condotiero

2 comentarios:

  1. ¿Estabas hablando de Cataluña?....
    ¿O del País Vasco?

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  2. Pudiera parecer extrapolable, querido tocayo, pero en este caso no lo es, puesto que las situaciones son diametralmente diferentes. Ya he comentado en más de una ocasión lo que opino respecto al sentir catalán, aunque no debemos olvidar que aún la mayoría de los catalanes se sienten también españoles, que los catalanes, tanto como grupo como individualmente, han construido éste nuestro país, cosa que los británicos poco han aportado a la Unión Europea, y que UK poseía medidas legales para irse de la UE, cosa que Cataluña no puede decir lo mismo respecto a España.
    Y sobre el País Vasco son tan pocos los que quieren su independencia que veo más factible que los pocos cansinos que todavía quedan con esa idea se vayan ellos. No sé, que se compren una isla perdida del Pacífico y creen su propia nación, o algo así.
    Un abrazo.
    El Condotiero.

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